La historia de 3Sun Gigafactory: Una pequeña semilla que se convierte en un cohete

Episodio 2 Eran tiempos fascinantes y de gran valor, como suele ocurrir en todas las primeras fases. A finales de 2011 arrancó la producción de paneles fotovoltaicos de película fina en la Gigafactory 3Sun de Catania y la frenética actividad iba a toda velocidad. Siguieron meses de intenso pero bonito trabajo. Sentíamos que formábamos parte de un gran proyecto colectivo. Día tras día éramos testigos de un sueño se hacía realidad y al cual estábamos contribuyendo de forma determinante con nuestro trabajo cotidiano: una fábrica de paneles fotovoltaicos en Sicilia (Italia). Esto suponía un motivo de orgullo para todos nosotros, pero también para EGP, que finalmente podía contar con módulos de producción propia para sus parques fotovoltaicos distribuidos por todo el mundo, en lugar de tener que comprarlos a una fábrica china. Al principio, no éramos muchos trabajadores en 3Sun Gigafactory; por este motivo, nos sentíamos un poco como si formáramos parte de un gran y único equipo. Enseguida se gestó un clima de confianza que sembró en cada uno de nosotros una actitud perenne de responsabilidad, productividad y escucha recíproca. Sin saberlo, estábamos llevando a la práctica los valores que después fueron asumidos por todo el mundo Enel bajo el precepto de Open Power: apertura hacia ideas innovadoras vengan de donde vengan, sin prejuicios. Junto a otros compañeros, trabajé en la planificación de la arquitectura digital de la fábrica. No obstante, en el plano informático, todos nos ocupábamos de diferentes temas a la vez, fueran del nivel que fueran. Por ejemplo, conectar los ordenadores a las redes locales o acoplar los sistemas de producción a las infraestructuras tecnológicas para permitir que las máquinas de producción se comunicasen entre ellas y con el mundo de los negocios. Entre nosotros bromeábamos diciendo que esta pequeña semilla se estaba convirtiendo en un cohete. Mientras tanto, el grupo de trabajo especializado en temas medioambientales se esforzaba por optimizar los procesos productivos y minimizar los desperdicios. Uno de los mayores éxitos fue la recuperación de metales preciosos; en concreto, de plata. Un material que se usaba en diferentes procesos productivos, pero podía acabar perdiéndose durante la limpieza ordinaria de las máquinas. Para recuperar esa mínima cantidad de plata, que a veces estaba presente en la fase del trabajo residual, adoptamos prácticas internas innovadoras e implementamos una colaboración con empresas externas. En la práctica, activamos el espíritu ‘Open Power’ y lo pusimos al servicio de la economía circular: dos conceptos que desarrollamos por adelantado, de forma autónoma y “desde la base”. Desde sus orígenes, 3Sun Gigafactory se ha presentado como una gran ocasión para Italia, por ser un polo tecnológico impulsor a nivel mundial del sector fotovoltaico. Así, se ha convertido en el buque insignia del distrito tecnológico bautizado como “Etna Valley”, en analogía a la Silicon Valley californiana. Cada vez que entro en la fábrica con un compañero, que también es amigo, coincidimos en afirmar: “¡Es realmente increíble la cantidad de innovación concentrada que hay en este edificio!”. 3Sun Gigafactory también representa una gran oportunidad para el territorio y las comunidades locales desde el punto de vista de la ocupación laboral. Se han creado puestos de trabajo directos, pero también otros que se derivan de esta actividad. Hemos podido experimentarlo en primera persona: nuestro grupo crecía a medida que lo hacían la fábrica y la producción. Ya a principios del 2012, el equipo de trabajo había sido ampliado, es más, casi se había duplicado. La fábrica ya no era un bebé que empezaba a dar los primeros pasos. En pocos meses, la producción era estable y el 11 de octubre de 2012, es decir, menos de diez meses después de que arrancase la producción, alcanzamos la meta de un millón de paneles de película fina producidos, lo que tuvo un gran valor simbólico. Desde entonces, no ha parado el crecimiento. Un año y medio después, el 21 de febrero de 2014 llegamos a la cantidad de 3 millones. La fábrica, nuestra fábrica, se había hecho mayor.

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Giuseppe Modica

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