La historia de 3Sun Gigafactory: Un bonito regalo de Navidad

Episodio 1 Ya había comprado los billetes de avión. También había anticipado el alquiler para un piso en Turín, donde había encontrado un excelente trabajo. Si no me hubiesen llamado de 3Sun Gigafactory en Catania, seguramente mi carrera profesional me habría llevado al norte de Italia y luego quizás al extranjero. Puedo decir que ese preciso momento en el que renuncié a todo esto para trabajar en la fábrica de paneles fotovoltaicos 3Sun Gigafactory fue decisivo para mi carrera. Y mi caso no es el único. Un día de noviembre de 2010, 21 personas decidieron renunciar a su empleo en la multinacional STMicroelectronics, líder en el ámbito de los semiconductores, para afrontar una nueva aventura en 3Sun Gigafactory, creada desde hacía pocos meses -concretamente 1º de agosto– gracias a una joint venture entre Enel Green Power, la japonesa Sharp y STMicroelectronics. Todos ellos quisieron apostar por nuestro territorio, Sicilia, y por una tecnología procedente de Japón de paneles solares de película fina. Muchos de nosotros transcurrimos más de un mes viajando por Japón, inmersos en una cultura que, por muchos aspectos, era difícil de entender. Más tarde fuimos nosotros quienes recibimos a los japoneses en Catania. Les seguíamos como a sus sombras para aprender de ellos el máximo posible. Fue un bonito período de intercambio cultural mutuo, lleno de sorpresas, no solo en el sector tecnológico, sino también en la vida laboral. Las pruebas de simulación de producción duraban hasta 72 horas consecutivas y continuaban incluso durante la noche. Observamos comportamientos que para nosotros eran insólitos. Los japoneses podían dormir durante los momentos de pausa, sentados en el suelo con las piernas cruzadas y, cuando llegaba el momento de recomenzar, se despertaban como por arte de magia. Parecía como si se hubieran puesto en standby. El objetivo común era poner en marcha una nueva fábrica de módulos fotovoltaicos de película fina en pocos meses, algo pionero en Europa. El ambiente era dinámico, lleno de vitalidad y de motivación por parte de todos. El lema era “Win Together”, que valía no solo a nivel de empresa sino y, sobre todo, en la vida cotidiana, porque todo era nuevo, todo lo teníamos que resolver juntos, a menudo debíamos superar los límites de nuestras funciones y nos ayudábamos de manera interdisciplinaria entre los diferentes grupos. Aprendimos mucho. En algunas ocasiones incluso logramos superar a nuestros maestros. El director de Sharp de Thin Film, Moritani-san, agradeció a nuestro equipo por haber logrado reducir la duración de un mantenimiento programado –después de meses de duro trabajo– de las 12 horas iniciales a menos de 5 horas. Un resultado que superó las 8 horas logradas por los japoneses. Uno de los buques insignia de nuestra fábrica fue, desde el inicio, la automatización. Los técnicos de Sharp ya casi habían optimizado varios procesos, pero nuestra aportación fue decisiva para mejorarlos aún más, obteniendo resultados sorprendentes, Ya en 2011 casi todos los procesos se habían automatizado, un hito que aún hoy, más de diez años después, no está al alcance de todos los que pertenecen a la industria de la energía solar. Esta fase inicial de 3Sun Gigafactory culminó con un hito histórico. La puesta en marcha oficial de la producción de paneles solares de película delgada el 22 de diciembre de 2011, pocos días antes de las fiestas navideñas. Fue un bonito regalo de Navidad. Creo que ninguno de nosotros pudo irse de vacaciones ese año: la fábrica era como un bebé recién nacido que necesitaba la atención constante de todos nosotros.

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La historia de 3Sun: Un bonito regalo de Navidad

La historia de 3Sun Gigafactory: Un bonito regalo de Navidad

Antonino Ragonesi

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