¿La energía solar ayuda a combatir el cambio climático?

Sí. La diferencia con las centrales eléctricas que utilizan combustibles fósiles, como carbón o gas, es que los paneles fotovoltaicos y las plantas solares térmicas no emiten gases de efecto invernadero. Por cada kilovatio hora (kWh) de energía eléctrica producida gracias a paneles solares, se evita la emisión a la atmósfera de 530 gramos de CO2. Según la Agencia Internacional de la Energía (IEA, por sus siglas en inglés), a nivel mundial, se produjeron 720 teravatios hora (TWh) de energía fotovoltaica durante el 2019, lo que supuso un ahorro de dióxido de carbono de casi 400 millones de toneladas, sin contar con la reducción del consumo de agua respecto a una central eléctrica de combustibles fósiles. La estima de la Agencia Iternacional de Energías Renovables (IRENA, por sus siglas en inglés), es que antes de 2050, el solar fotovoltaico podrá reducir las emisiones de CO2 en 4900 millones de toneladas por año, casi el 21% de lo que se necesita para alcanzar el objetivo climático fijado por el Acuerdo de París.

¿Están aumentando las inversiones en tecnología fotovoltaica?

No solamente se está incrementando la potencia fotovoltaica instalada, sino que, también, el crecimiento es cada vez más rápido. IEA calculó que, a finales de 2019, se instaló una potencia global de 627 gigavatios, con un crecimiento de 117 GW respecto al año anterior y de 109 GW en comparación al 2017. Si miramos hacia adelante, las proyecciones de la agencia indican un incremento de 100 GW también en los próximos años, con la posibilidad de superar los 150 GW de aumento ya a partir del 2022 (en el escenario más optimista). Las proyecciones de IRENA señalan un promedio a largo plazo superior al 9% anual hasta 2050. El crecimiento por año en 2030 será de 270 GW y, en 2050, mayor de 370. Se estima que, a mediados de este siglo, la inversión total será de más de 6 billones de dólares, siendo el promedio anual de 192000 millones anuales entre 2020 y 2040. Por último, para 2050, un cuarto de la energía mundial podría ser solar, gracias a los avances tecnológicos de las células fotovoltaicas y del solar térmico, convirtiendo al sol en la segunda fuente de suministro mundial después del viento.

¿La fotovoltaica ayuda a las economías rurales?

Los paneles solares representan un enorme potencial en los proyectos de electrificación rural, como reconoció la FAO en los comienzos de este siglo. El precio de los paneles es cada vez menor y gracias a una mayor flexibilidad en el diseño de las instalaciones, su aplicación se vuelve más interesante desde un punto de vista económico, ya sea como inversión o como sistema habilitador para el desarrollo de las zonas rurales. Los dueños reciben un alquiler por el uso de las tierras y así pueden disfrutar de un ingreso adicional a la agricultura y a las otras actividades, lo que hace que las empresas agrícolas sean más estables económicamente en el momento en que los precios de las materias primas son inestables. Entre la energía fotovoltaica y la agricultura se puede generar una sinergia exitosa gracias a la denominada agrovoltaica: al instalar los paneles directamente encima de los cultivos, les proporcionan sombra y los protegen del granizo y de las heladas, tutelando el ecosistema y, al mismo tiempo, permitiendo un óptimo rendimiento de los paneles.

¿La energía solar genera nuevos puestos de trabajo?

Sí, muchísimos. Según la International Renewable Energy Agency (IRENA), la industria fotovoltaica podría dar empleo a 11,7 millones de personas en el mundo en 2030 y, para mediados de este siglo, más de 18 millones. En 2018, los empleados eran 3,6 millones, 5 veces más de los últimos 30 años. Solamente en Estados Unidos, la energía solar creó empleos bien remunerados para casi 250 000 personas y, de acuerdo con el Bureau of Labor Statistics de Estados Unidos, el “instalador solar fotovoltaico” es una de las profesiones que más rápido crecen en Norteamérica. A medida que caigan los costes de los sistemas fotovoltaicos, aumentará la demanda de energía solar y continuará el crecimiento del empleo. Según The Solar Foundation, el 25% de los empleos en el sector de la energía solar en Estados Unidos están ocupados por minorías, más del 25% por mujeres y un 10% por veteranos.

¿Cuáles son las ventajas de un parque solar para el territorio?

La presencia de un parque solar aporta beneficios al territorio y a la economía, tanto con relación a la ocupación a lo largo de toda la cadena productiva como a través de los ingresos que generan y garantizan las diferentes fases del proyecto: desde el desarrollo inicial hasta el funcionamiento y mantenimiento de las plantas, pasando, obviamente, por la fase de instalación. Eso también permite reducir la importación de energía. Entre las perspectivas más ventajosas existe la posibilidad de realizar plantas híbridas, en las que se combina la energía fotovoltaica con otra fuente de energía renovable como la eólica y la hidroeléctrica, o con sistemas de baterías para el storage (almacenamiento) y plantas para la producción de hidrógeno.

¿Hay suficiente energía solar para todos?

La energía del sol no solo es renovable e inagotable, sino que, también, es abundante y se puede aprovechar en cualquier lugar, pues llega hasta en aquellos sitios que carecen de infraestructuras y conexiones, como pueden ser las zonas rurales aisladas o recónditas y a las que es difícil llegar. Sería suficiente recolectar el 6% de la energía solar que llega a la superficie terrestre para satisfacer la necesidad energética de toda la humanidad y, fuera de la atmósfera, la cantidad de energía disponible es casi 10 veces mayor: alcanza una potencia de 1377 vatios por metro cuadrado.

La energía solar depende de las condiciones meteorológicas: ¿esto es un problema?

La red eléctrica ya gestiona la variabilidad según la demanda de los clientes, que cambia en el transcurso del día y entre un día y otro. La energía solar cambia en forma previsible durante la alternancia entre el día y la noche y entre las estaciones y, con menor regularidad, según las condiciones meteorológicas: todo esto aumenta marginalmente la variabilidad en términos de producción del sistema eléctrico. La mayoría de los cambios en la producción de energía solar se compensan gracias a otras fuentes de suministro o a las variaciones opuestas a la demanda de electricidad, según los programas de demand response (respuesta a la demanda). Gracias a sofisticados controles electrónicos, los modernos parques solares pueden garantizar confianza en la red similar a la que proporcionan las centrales eléctricas de fuentes fósiles convencionales. Además, los progresos en el almacenamiento de energía, permiten mitigar la intermitencia de las energías renovables sin la necesidad de quemar combustibles fósiles. Por último, durante períodos de tiempo más largos, como un año entero, la cantidad de energía solar que se puede producir es más regular y previsible.

¿Es eficiente la energía solar?

La red eléctrica gestiona ya la variabilidad energética, ya que la demanda de los clientes cambia a lo largo del día. La energía solar es predecible e incrementa la parte de producción de la variabilidad sólo de forma marginal. En muchas regiones la producción de energía solar incrementa durante el día, cuando la demanda es mayor, especialmente en verano. Gracias a sofisticados sistemas de control y a la electrónica de potencia, los parques solares modernos proporcionan servicios de fiabilidad de red iguales o incluso mejores que los de las centrales eléctricas convencionales. Además, con los avances de la tecnología de almacenamiento energético, los operadores cada vez pueden mitigar mejor la intermitencia de las renovables sin quemar combustibles fósiles.

¿La energía fotovoltaica recibe incentivos energéticos?

Todas las formas de energía, incluido el petróleo, el gas, el carbón, la nuclear y las renovables, reciben o pueden recibir incentivos públicos. Los combustibles fósiles han recibido muchos más subsidios que las renovables. Entre 1950 y 2016, según el Nuclear Energy Institute, (Instituto de Energía Nuclear) el 70% de todos los subsidios energéticos se destinaron a los combustibles fósiles bajo la forma de créditos fiscales y otros programas, mientras que solo el 17% fue para las energías green (verdes). La fotovoltaica recibió poco menos de la quinta parte de las financiaciones renovables, casi el 3% del total.

¿Cuánto tiempo necesita un panel solar para compensar la emisión de carbono que deriva de su producción?

En comparación con otras fuentes energéticas, los costes de la instalación y de la planta fotovoltaica son muy bajos. De todas formas, la construcción de los paneles determina una cierta cantidad de emisiones de carbono y de otros gases de efecto invernadero, al igual que su eliminación al final de su vida útil. Estudios técnico-científicos han demostrado que un panel fotovoltaico, compensa, en promedio, la totalidad de su huella de carbono antes de que se cumplan los dos años del comienzo de sus funciones y sigue generando electricidad sin emisiones por el resto de su vida útil, es decir, durante dos o tres décadas. Se prevé que las emisiones de CO2 tendrán una mayor reducción gracias al avance de las tecnologías y a la electrificación de los transportes, mientras que los paneles solares construidos en silicio policristalino, monocristalino o de película delgada, pierden muy poca eficiencia en el transcurso de su vida útil.

¿Cuál es la vida útil promedio de un panel solar? ¿Qué sucede al finalizar la misma?

Nuestros módulos fotovoltaicos tienen una vida útil promedio de 30 años. Gracias a los proyectos de repowering (repotenciación), es posible extender la vida útil de una planta, reemplazando incluso los paneles con soluciones más innovadoras y vanguardistas. Cuando una instalación se desactiva, se desmantelan todos los componentes y se devuelve el terreno a sus condiciones normales: para proteger los propietarios de las tierras de los sitios de Enel Green Power, se han previsto ciertos requisitos de desactivación que nos obligan a asumir los costes para recuperar el área del proyecto.

¿Se reciclan los paneles solares?

Hasta la fecha, entre el 90-95% del material que compone una celda fotovoltaica es reciclable. Según los investigadores del National Renewable Energy Laboratory, (Laboratorio Nacional de Energía Renovable) el próximo reto de la fotovoltaica será precisamente aumentar aún más la circularidad de los procesos, para no correr el riesgo de acumular 80 millones de toneladas de residuos antes de 2025. Como Enel Green Power estamos comprometidos activamente con grupos industriales, universidades, fabricantes y proveedores para desarrollar soluciones a escala comercial para gestionar, de manera sostenible, el final de la vida útil de los paneles. Además, la empresa está ayudando a impulsar el esfuerzo para lograr que las soluciones aumenten cada vez más la cantidad recuperable. Por último, de los materiales utilizados durante la fase de construcción de nuestras plantas, se recicla el 99%.

¿En cuánto tiempo se recupera la inversión inicial?

La cuantificación exacta también depende de eventuales incentivos, pero, en general, el tiempo es mucho menor respecto a la vida útil de una planta, que llega a durar un cuarto de siglo. Según la presencia de aportes y la latitud de la instalación (de la que depende la cantidad de energía que se puede producir), las estimaciones varían desde un mínimo de 3 hasta un máximo de 10 años. De todas maneras, la inversión inicial se recupera abundantemente y el coste de las celdas es cada vez menor gracias a los nuevos materiales y tecnologías.

¿Cómo se pueden resolver los problemas de espacio para la planta?

Una planta fotovoltaica requiere la disponibilidad de una superficie expuesta al sol. En muchos casos, sobre todo cuando se trata de autoproducción, es posible realizarla sobre los techos de los edificios. Para las plantas de grandes dimensiones es necesaria un área extensa, pero existen soluciones como la agrivoltaica que permite aprovechar el mismo espacio también para uso agrícola, como así también la perspectiva de realizar parques solares flotantes offshore (marítima/ deslocalizada), como sucede para la eólica. Otra posibilidad es instalar las plantas en áreas desérticas.

¿Conviene la energía fotovoltaica?

La energía solar existe en todo el planeta Tierra, su nivel máximo lo alcanza en las bajas latitudes y es cada vez menor a medida que nos desplazamos hacia los polos, debido a la inclinación de los rayos solares. La transformación de la energía en electricidad ya ha alcanzado buenos niveles de rendimiento: estamos hablando de eficiencias que superan el 20% y, sobre todo, están en constante crecimiento. Gracias a las innovaciones tecnológicas, muchos objetivos que parecían inalcanzables, hoy ya están a nuestro alcance: en algunos experimentos, la eficiencia ha superado el 50%. Al mismo tiempo, el precio de las celdas cambia inversamente y tiende a ser cada vez más económico. Combinando los dos efectos, la energía solar será cada vez más accesible, disponible y competitiva, incluso en comparación con otras renovables. Ya desde el 2010, el coste total del kWh de energía fotovoltaica es inferior a 10 centavos de euro sin contar que luego se deben restar incentivos y deducciones.

¿Los paneles solares pueden comprometer el paisaje?

De ninguna manera. Ni siquiera cuando los paneles solares son visibles desde puntos de observación públicos ya que no se lo relaciona con un factor de perturbación visual, sino con una evolución del estilo constructivo, normalmente aceptada por la sensibilidad colectiva por los beneficios para el medio ambiente. En el caso de las grandes centrales, antes de la autorización es necesario superar ciertos estudios de impacto ambiental requeridos por las autoridades locales para evaluar efectos e impactos - incluidos los visuales – junto con proyectos de intervención para implementar eventuales soluciones.

¿Los parques fotovoltaicos tienen un impacto en la salud humana?

No existe ningún estudio médico científico, que haya sido sometido a una peer review (revisión entre pares), que relacione los paneles solares con efectos adversos para la salud. Por el contrario, la transición hacia la energía renovable, a la que contribuye la fotovoltaica, evitará emisiones adicionales de gases de efecto invernadero o de otros contaminantes atmosféricos vinculados a problemas de salud pública. Además, se reduce el consumo de agua que, a menudo, es necesario para hacer funcionar centrales eléctricas de combustibles fósiles. Un panel solar no emite ninguna sustancia durante su funcionamiento, ni tampoco genera campos electromagnéticos que puedan afectar la salud de las personas.

Preguntas frecuentes sobre la energía solar

Gracias a la energía solar, durante el 2019, se evitó la emisión de 400 millones de toneladas de dióxido de carbono a la atmósfera. En 2050, una cuarta parte de la energía mundial podría ser fotovoltaica. Una industria que está generando muchísimos puestos de trabajo y activos financieros para las empresas agrícolas. A continuación, todas las respuestas a tus inquietudes sobre esta fuente renovable, abundante e inagotable.

FAQ

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