Central hidroeléctrica de Venaus
Central hidroeléctrica de Venaus
Operativa
Central hidroeléctrica de Venaus
La central de Venaus está situada en el municipio homónimo del Valle de Susa, en la provincia de Turín (Piamonte), y forma parte de las instalaciones de la Unidad Territorial de Turín - Unidad de Explotación de Venaus. Entró en servicio en 1967 y se automatizó en 1986. Se trata de una central subterránea que utiliza las aguas del lago artificial de Moncenisio, embalsadas por la presa situada en territorio francés, poco más allá de la frontera.
En 2023 se construyó aquí la primera central fotovoltaica flotante de Enel sobre el depósito de descarga de la central de Venaus, produciendo así energía sin consumo adicional de suelo. En 2024, se amplió hasta alcanzar la capacidad instalada actual de 2 MW. La central está compuesta por más de 5000 paneles bifaciales fabricados por 3Sun, la Gigafábrica de Enel en Catania. En 2025, se vinculó a la central fotovoltaica un sistema de remoción de sedimentos de ciclo continuo del limo que se deposita en el fondo del embalse, con el fin de reducir significativamente la necesidad de limpieza periódica del fondo de las cuencas.
Tecnología
Hidroeléctrica + solar
Estado
Operativa
Potencia
260 MW hidroeléctrica + 2 MW solar
Producción de energía
273 GWh hidroeléctrica + 2,6 GWh solar
(Producción media estimada)
Necesidades energéticas
Más de 100 000 hogares al año
Emisiones de CO2 evitadas por la instalación fotovoltaica
Más de 100.000 toneladas al año
Hitos
Sinergia entre el sol y el agua: la innovación sostenible de los embalses fotovoltaicos
La solución híbrida desarrollada en Venaus es un ejemplo innovador y sostenible de integración entre la energía hidroeléctrica y la energía solar. La instalación flotante no solo permite la producción combinada de energía limpia a partir de dos fuentes renovables, sino que también ofrece una serie de ventajas medioambientales y funcionales. En primer lugar, los paneles solares no ocupan nuevo suelo, ya que utilizan una superficie ya antropizada, reduciendo así el consumo de territorio agrícola o natural. El impacto paisajístico es mínimo, ya que la infraestructura se superpone a una obra artificial preexistente. Otra ventaja es la reducción de la evaporación del agua, favorecida por la sombra de los paneles: una medida estratégica que protege la disponibilidad de agua, lo que resulta especialmente valioso en un contexto de cambios climáticos y sequías cada vez más frecuentes.
Remoción de sedimentos en ciclo continuo: impacto positivo en la modulación de la producción y el medioambiente
Para facilitar la instalación del sistema de remoción de sedimentos en ciclo continuo, se retiró el sedimento presente en el fondo del estanque y se descargó en una zona adyacente propiedad de Enel, donde se plantaron árboles de tipo Paulownia, que estabilizan el terreno escarpado y absorben CO2.
El sistema de remoción de sedimentos continua, integrado con la central fotovoltaica flotante, se compone de dos elementos principales: unos agitadores situados debajo de la estructura flotante, que favorecen el drenaje natural del limo; y una balsa de dragado que aspira los sedimentos y los conduce hacia la obra hidráulica aguas abajo de Venaus, conectada a la central hidroeléctrica de Mompantero.
Gracias a la extrema dilución, el sedimento también podrá atravesar la turbina hidráulica para luego ser liberado en el lecho del torrente Cenischia. De esta manera, el embalse de Venaus recupera su capacidad original restableciendo completamente la capacidad de regulación hidroeléctrica, fundamental en un período de crecimiento sostenido de las instalaciones renovables.
Impacto en las comunidades locales
Además de la central fotovoltaica flotante, realizada en colaboración con las instituciones locales, en el municipio de Venaus se han construido tres centrales fotovoltaicas en el tejado de edificios municipales con una potencia total de 45 kW. Además, se construirá una cubierta para el mercado local que, actualmente, se celebra al aire libre. Se trata de iniciativas que representan un gesto concreto de atención hacia el territorio y las comunidades que viven en las zonas en las que operamos.
Pequeñas instalaciones, pero de gran significado: favorecen la disponibilidad eléctrica, mejoran el impacto medioambiental de las centrales hidroeléctricas existentes valorizando así el turismo slow y sostenible, y contribuyen de manera tangible a la transición energética. Son el símbolo de un enfoque compartido del desarrollo sostenible, basado en la colaboración, la escucha y la sinergia con las administraciones locales. Cuando el sector público y el privado trabajan juntos, los beneficios se multiplican: para el medioambiente, para el tejido social y para la economía del territorio.